La nave que llevará al ser humano a Marte comenzará sus pruebas, con viajes cortos, a mediados del próximo año. Elon Musk confía en la planificación de SpaceX, pese a que los plazos sean más que ajustados.
Las declaraciones de alguien como Elon Musk siempre generan titulares, aunque no es para menos, ya que es la cabeza tras algunos de los proyectos más innovadores de la actualidad. Sus últimas palabras han sido en una sesión en el South by Southwest Festival de Austin, Texas, y ha desvelado más detalles sobre el plan de SpaceX para alcanzar Marte y colonizar el planeta.
Fue el pasado mes de septiembre cuando SpaceX mostró al mundo muchos más detalles de su plan para crear “una especie multiplanetaria”. El objetivo es llegar a Marte con humanos en 2024, una fecha que está literalmente a la vuelta de la esquina. ¿Demasiado optimista? Musk se reafirma y dice que a mitad de 2019 comenzarán los primeros vuelos cortos con el BFR (Big Fucking Rocket), el encargado de llevarnos a la superficie marciana.
Primeros vuelos a Marte de la nave BFR de SpaceX en 2019
Elon Musk respondió a una de las preguntas que le hicieron en este evento y la respuesta ha sorprendido: “estamos construyendo la primera nave interplanetaria que nos llevará a Marte y creemos que seremos capaces de hacer vuelos cortos y pruebas en la primera mitad del próximo año”.
Esto significa que el Big Fucking Rocket hará sus primeras pruebas de vuelo a mediados de 2019, el próximo año. La expectación y la presión son máxima, por esto Musk ha rebajado un poco sus palabras sobre el plazo.
Con todo, recordemos que el objetivo de SpaceX es que el cohete/nave BFR se conviertas en su vehículo “para todo”. En 2022 se lanzaría la primera misión no tripulada a Marte para llevar carga y equipamiento.
Y para el 2024 se estima que llegarían los primeros humanos al planeta.
Mientras tanto, el BFR se financiaría a base de lanzamientos de otros Falcon 9 contratados por empresas privadas.
El mega cohete de más de 100 metros de largo no solo tendrá misiones interplanetarias. Otros usos, como establecer una base en la Luna o, el más ambicioso, revolucionar los transportes en la Tierra.
Literalmente el viaje en cohete de SpaceX permitiría conectar dos ciudades de la Tierra en menos de 1 horas.